En estos días de obsequiar y de convivir es bueno construir proyectos de futuro, sobre todo pensando en aquellos que menos tienen. Es cierto que en las clases sociales más favorecidas, se comparte algo de lo que se tiene en forma de frazadas, despensas, juguetes, aguinaldos de dulces, entre muchos otros. Y es cierto también que muchos dedican su tiempo incluso en acercarse a la realidad social de los orfanatorios, hospitales, asilos y zonas populares.

Pero hay un mecanismo privilegiado de ayudar a los demás y además cumplir con un requisito escolar en las preparatorias y universidades: el servicio social. Si bien esta estrategia de formación que tienen las escuelas muestra que al final se aprender más de lo que se da, pues al convivir en las comunidades pobres de México aprendemos valores de solidaridad y de trabajo comunitario.

El Servicio Social en México tiene diversas formas en las instituciones educativas, pero coinciden en algo: debe darse en atención a las clases sociales más desfavorecidas, es decir, cada vez menos se permite que un estudiante cumpla esas horas en instituciones gubernamentales o privadas. El universitario ya avanzado en estudios puede aportar mucho de su conocimiento y habilidades particularmente en carreras universitarias como la medicina, odontología, ingeniería, arquitectura, leyes, contribuyendo a solucionar problemas alimenticios, de salud, de vivienda, legales, entre otros.

Nosotros en la Fundación Pro Niño Leonés AC requerimos muchos estudiantes de servicio social; lo mismo para atender los problemas de salud y bucales, que para mejorar prácticas alimenticias, que para enseñar inglés y computación, que para construir propuestas culturales haciendo teatro, música o artes plásticas. Tenemos a casi 300 niños necesitados de experiencias educativas nuevas y que ubicados en la zona más pobre de la ciudad, donde viven casi 300,000 leoneses en condiciones de pobres, es donde requerimos estudiantes para que hagan su servicio social.

Pedimos a los encargados de los proyectos de servicio social de instituciones educativas que nos permitan mostrarles los resultados que por 50 años hemos tenido en la formación de cada 30,000 niños que han sido formados por nosotros. Los proyectos de servicio social de transforman en propuestas prácticas,  en entusiasmo, en esperanza.

En esa zona de la ciudad, en el poniente olvidado, allí donde está la mitad de nuestros paisanos reconocidos oficialmente por el gobierno en alguna de las tres condiciones de pobreza; allí es donde el servicio social puede cambiarla historia de ellos. Los esperamos; saldremos de la Universidad Meridiano AC todos los lunes a partir de la segunda semana de enero, con decenas de estudiantes de preparatoria y universidad a construir esperanzas. Te esperamos.

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fundacioproninoleon@hotmail.com
Autor: Dr. José Luis Palacios Blanco