Las realidades sociales no siempre se pueden ver. Muchas veces frecuentamos solo sitios como los centros comerciales y las grandes avenidas que nos muestran la realidad de las minorías. Las mayorías pobres (en México 6 de cada 10 personas) viven en otra realidad: las áreas periféricas, en los suburbios y en las zonas rurales de nuestro México. Los datos recientes de CONEVAL (Consejo Nacional para la evaluación de la política social de desarrollo social) ubican a Guanajuato como el segundo estado con mayor crecimiento de la cifra de pobres. Estudios como el de la Universidad Iberoamericana León muestran éste, el verdadero rostro de la pobreza en la ciudad.

En el 2005 las cifras de CONEVAL sobre leoneses que vivían en pobreza de capacidades era de 173 mil 820 y de patrimonio 488 mil 229. En los datos históricos de CONEVAL se identifican hoy a casi 70,000 personas en situación de pobreza extrema en el municipio. Dentro de la marginalidad que existe se encuentran los pobres y los pobres patrimoniales, y que sumándolos son 60 mil familias. El mapa de la pobreza tiene ubicación: la 10 de Mayo, las decenas de colonias en Las Joyas, la Jacinto López, San Juan de Abajo y sus aledaños.

Aquí en León se concentra la mayor cantidad de pobres del estado de Guanajuato. En esta visita reciente, CONEVAL comentó que aun cuando las estadísticas muestran un incremento importante en los programas sociales y asistenciales, en el caso de Guanajuato, el mayor incremento de la pobreza se identificó en las zonas urbanas, donde las personas vieron sus ingresos a la baja sin que existiera un programa de empleo temporal que les ofreciera una alternativa.

Esta es la realidad de Las Joyas donde trabaja la Fundación Pro niño Leonés precisamente y donde numerosas organizaciones deberemos dar la batalla para crear alternativas de empleo y de educación. Las Joyas es el rostro real de la marginación. Se requieren voluntarios, proyectos de servicio social universitario,  donativos empresariales para becas, naves industriales de empleo, secundarias como la que próximamente abriremos, mini deportivas y la presencia de líderes.

Una estrategia que ha sido eficaz en las zonas de alta marginalidad, son los Centros de Desarrollo Comunitario, entendidos como un espacio de encuentro de la comunidad con el gobierno y el resto de la sociedad; allí se ofrecen servicios educativos, centros de información (Bibliotecas), servicios de salud, servicios de contacto con apoyos gubernamentales, asesoría en derechos humanos, apoyo para autoconstrucción, actividades productivas y en general apoyos para el desarrollo comunitario. Requerimos en León numerosos centros que sean promovidos por organizaciones sociales coordinadamente con el gobierno y con una intensa participación social.

Dicen y dicen bien, que los seres humanos dejamos huella a través de las obras. Sólo eso: de las obras. Éstas son evidencias, como nuestro núcleo familiar, nuestros vecinos, la sociedad que nos circunda, nuestros amigos, la participación en la comunidad, el ejercicio del oficio o de la profesión. El País no explota porque miles de personas tienen tiempo, esfuerzo, amor, para repartirlo entre muchos. León tiene, alrededor de 500 organizaciones de la sociedad civil (aquellas que no son gobierno ni partido político) dedicadas a hacer el bien, a trabajar con los grupos más vulnerables donde el capitalismo sí deja sus huellas en la falta de oportunidades y en la enorme brecha entre ricos y pobres.

En fechas más recientes, la Fundación miró hacia el poniente olvidado (me decía la Maestra Martha Aguilar que era el “poniente distante”) y se enfocó a algo más difícil: atender a los rincones más alejados. Así, sostenida por donativos privados, la Fundación ha dinamizado la vida de la comunidad en las Joyas. Además de la educación, se han ofrecido talleres de oficio, manualidades, corte y confección y belleza.

www.fundacionproninoleones.org
fundacionpronino@hotmail.com

Autor: Dr. José Luis Palacios Blanco