El fruto de una donación
No cabe duda que nuestro mundo es de contrastes. Nunca la humanidad tuvo tantos recursos para solucionar sus problemas, pero al mismo tiempo tan lejos de realmente resolverlos. El avance tecnológico y de las ideas ha permitido que prácticamente exista la solución de problemas de producción de alimentos, de comunicación entre personas, de prevención de enfermedades, pero la lógica del lucro ha provocado que todos estos beneficios estén protegidos para que se traduzcan solo en beneficios para quienes más tienes, ya sean empresas transnacionales o grandes consorcios nacionales.
La publicación de las listas de los hombres (y mujeres) más ricos del mundo refleja este mundo de enormes desigualdades. Siempre en la niñez y en los ancianos es donde se refleja esta realidad social. Es en ellos donde toman rostro las inequidades. Los grandes consorcios logran a través de estrategias comerciales jugosas ganancias en segundos y han implementado incluso políticas para mostrar un rostro humano y social para atraer con esta idea a más consumidores.
Así, en México tenemos al hombre más rico del mundo y el 55% de las personas son pobres y de ellos casi 10 millones son indígenas y que habitan en las regiones más olvidadas del País. Las organizaciones civiles han logrado atender esta realidad social y así, laicas o religiosas, atienden a los más desvalidos. A través de escuelas, hospitales y proyectos productivos, han articulado redes de solidaridad para lograr que en alguna medida, se formen esperanzas en estas comunidades.
Pondremos algunos ejemplos. Con lo que un estudiante gasta en un “cartón” de cerveza, es posible becar a un estudiante de primaria en una zona marginada; con las utilidades que tienen las grandes cadenas comerciales en segundos, sería posible construir escuelas en las zonas indígenas; con los recursos que se otorgan a los partidos políticos en una entidad se podrían construir universidades; con la “dieta” que se otorga aun diputado podría becarse por completo a niños de escuelas públicas para terminar su primaria.
Estamos en un mundo donde la lógica del lucro domina a las personas y a las sociedades. Se requiere tomar conciencia y determinación para cambiarlas. Pero todo inicia en las personas, en una decisión personal donde decidimos actuar, no esperar; dar y no solo recibir; proponer y no criticar. En este mundo de contrastes, las instituciones requerimos ese extra que tú puedes dar al apoyar causas nobles. Nuestra Fundación con 50 años de servicio a la comunidad, te invita a formar parte de esta red de colaboración para atender a cientos de niños de Balcones de la Joya. No solo con servicio social, o con ideas, sino también con donativos pequeños. Con solo 40 pesos al mes, puedes sostener a un niño en la primaria y asegurar la terminación exitosa de sus estudios. Con solo 40 pesos mensuales podrás cambiar la vida de una persona; así comienzan los grandes proyectos. Te esperamos.
www.fundacionproninoleones.org
fundacioproninoleon@hotmail.com
Autor: Dr. José Luis Palacios Blanco