Por Yesenia Guerrero.

Permítanme presentarme: soy la Coordinadora de la primaria y secundaria de la Fundación Pro
Niño Leonés. Son muchas las satisfacciones al formar a los pequeños que la vida nos pone
enfrente. En mi experiencia, al colaborar con la Fundación y saber de sus 50 años de trabajo
educativo, he aprendido mucho y el simple hecho de poder ayudar en muchos aspectos a la
gente necesitada al escuchar sus problemas y darles un abrazo, es algo que reconforta. El ayudar
a ofrecerles algo de comer, para cubrirse del frio, para vestir, nos muestra que tenemos enormes
capacidades. Hay muchas personas que pueden dar algo de sí mismos y ellos ya tienen la
satisfacción de que a alguien -aunque no lo conozcan-, será beneficiado.

Dentro de mi entorno social, el de la clase media, es posible entusiasmar a más gente a ayudar,
pues al platicarle de la situación de necesidad de tantos niños en la zona de las Joyas, veo que se
conmueven y reflexionan sobre la realidad de que hay más gente que los necesita y está en
peores situaciones. Muchas de estas personas, también, nos han apoyado animados por esta
columna: Alma Terán con un grupo de amigos de la Universidad de León se cooperaron para
donar dulces para la posada en diciembre del 2011, lo mismo que CP Agustín , ex alumno de la
UDL y amigo mío quien desde siempre se ha interesado en ayudar y que ya tuvo la
oportunidad de participar en el reparto de dulces a nuestros niños.

Recientemente, por ejemplo, tuve la sorpresa de que, una vecina que es abogada, se presentara
en nuestra escuela con la noticia de donar una videocasetera con 32 películas infantiles y
también juguetes. Esto me dice que aunque las respuestas no sean inmediatas, con el paso de
los días la gente reacciona y llega a conocernos y aportar algo al proyecto .

Se han comunicado muchas personas con nosotros al ver la página o bien esta columna y se
interesan en dar algo que nos ayude a ayudar, como fue el caso del Sr. Luis Jiménez quien supo
que necesitábamos computadoras y nos regaló una ya usada pero útil, vino y conoció a los
niños y se quedo fascinado al saber de ellos. Lo noté emocionado y con ganas de solicitar
ayuda con más amigos y conocidos para después traernos algo más. El solo hecho de ver esas
reacciones en la gente me es muy grato porque me deja claro que el no ayudar a las buenas
obras no es siempre porque son muchas las personas egoístas, si no que falta mucha promoción
de estos proyectos que necesitan gente que ayude, como la que se comunica le pueda ayudar
desinteresadamente .

Para estos días, otro grupo de amigos ex alumnos de la UDL se dio el tema de la Fundación y
ya se organizaron para recabar donativos para traernos algo y al parecer es ropa para los
niños. Dentro de mis posibilidades no dejaré de poner mi granito de arena apoyada con más
gente que como yo queremos ayudar a otras.

www.fundacionproninoleones.org
fundacionpronino@hotmail.com

Autor: Dr. José Luis Palacios Blanco